martes, 18 de septiembre de 2012

Ese dolor de brazo...

Mañana llega uno de los momentos que más he esperado desde que empecé el doctorado, el de mi primera conferencia/charla/clase enteramente en inglés.

Y es que una vez vas entrando en la investigación, ésta se va llenando de primeros grandes momentos que siempre recuerdas; entre ellos, la primera demostración enteramente propia, el primer gran error, la primera charla a los expertos del tema...y después, la de mañana.

Después de preparla concienzudamente me planteo muchas cosas, pero luego me doy cuenta que es una clase más, una de esas que te dejan el brazo rebentado de tanto escribir y que te dejan exhausto pero feliz.

Cada vez que doy una clase más tengo más claro que quiero ser profesor, y cada vez, me siento más agusto allí arriba contando las matemáticas. Me encanta haberlo descubierto ahora, y que además me lo dejen ejercer.

Probablemente será una hora de patadas a la lengua inglesa y algunas matemáticas inentendibles para el 99'99999% de la población mundial, pero para mi será el momento de ver las caras de los expertos a quien lo explique y de sentirme tan feliz como cuando mis alumnos entienden la definición de determinante de una matriz.

Y al acabar... Ese dolor de brazo...que no es dolor, es paz y felicidad.



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