martes, 30 de octubre de 2012

El camino hasta la calma

Hay días que despertamos pensando en el día que nos espera por delante, y nos quedamos en la cama un rato más porque no sabemos como lograremos hacerle frente y como conseguiremos la energía física y mental para lograr que acabe como deseamos.

Ese sentimiento lo recuerdo mucho en la época de exámenes, o cuando quedaba con alguien que me importaba mucho.

Ese día que empezaba con un poco más tiempo en el cobijo de la cama, donde se cumplen los sueños, pasa a convertirse en esa marea que temías que llegara, y en la cual estas, solitario, luchando contra cada ola para no dejarte arrastrar por el océano. Hasta qué llegas a la calma, y que por suerte es la mejor situación para relajarte y para seguir con tu viaje, pero sin tantos problemas.

La duda que me queda después de un día de esos como el que tuve esta semana es... Siempre sales de la tormenta? O la calma viene dada por el ojo de un huracán?

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